VOLVER A LOS ORÍGENES



Como arena que se lleva el mar, 
nos movemos en un tiempo que más cerca de parecer humano,
 inspira desconfianza, lejanía y plasticidad.
Un mundo de hojalata, con sabor a metal y fibra óptica.


Cuanto ansío caminar descalza sobre la hierba,
jugar a trepar por los árboles,
estar "incomunicada",
 dejar que la improvisación y lo natural 
nos acompañe en el día a día.




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